A cerca de
la estética, Dacal Alonso (2003) cita al filósofo alemán Nicolai Hartmann:
(…) la estética
surgía del asombro que a un tercer personaje le causan otros dos: el creador de
la obra de arte y el contemplador de la misma. En alguna medida los dos últimos
encuentran “algo” claro y significativo, no así el tercer personaje para quien
se presenta la relación de ambos como extraña y busca alguna interpretación o
explicación de los fundamentos de la actitud de ambos. (p. IX)
¿Pero qué es
la obra de arte o cómo identificarla? Dos de la alternativas la enuncia el
autor. A diferencia de los estudios estéticos, la teoría del arte se ocupa de
estudiar las categorías y formas del arte empírica y conceptualmente y se separa
de la estética general, que tiene su problema central en reflexionar sobre lo
bello (p. 4). Sin embargo el problema es más grande si tomamos en cuenta la relación
de lo feo con el campo artístico (p. 2).
Y Dacal
expone en su libro de Estética General un cuadro de valores estéticos cuya
explicación la refiere a que “al
acercarnos al mundo natural y artístico, encontramos que los objetos que portan
valores lo hacen en diferentes grados de complejidad y toman como fundamento de
existencia algunas otras propiedades” y finalmente manifiesta que su “fin es diverso” (p. 201).
Así, podemos
empezar a identificar al menos los valores estéticos que a su vez pueden
identificarse en la obras de arte para que estos nos puedan dar la pauta de
saber qué es arte. Que de más subrayar que esto es desde el punto de vista estético.
Israel Rubio Montiel
¡¡Domo arigato!! ¡El libro está agotado, que bueno que lo encontraste!
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